El receptor agradecido y alegre


En la última semana de noviembre, el enfoque sugerido de los Centros para la Vida Espiritual es el receptor agradecido y alegre. 

Para ver este video en YouTube, haz cliq aquí.

Al igual que yo, ¿pensaste que el tema sería el dador alegre? Porque si como yo, estás familiarizado con la Biblia cristiana, probablemente conoces la famosa frase “cada uno debería dar lo que su corazón ha decidido dar, no de mala gana ni bajo compulsión, porque Dios ama al que da con alegría”. Ya ves, y yo pensé que íbamos a estar hablando del que da con alegría. 

Esta semana, sin embargo, estamos agregando a esa idea hermosa y correcta de ser un dador alegre al decir que tiene el mismo valor que recibir. Porque dar y recibir están conectados; hasta se podría decir que son la misma cosa ya que no podemos tener a uno sin el otro. El buen ánimo es tan esencial para recibir como lo es para dar. 

Pero aquí está el asunto. Para algunos de nosotros, nos es más fácil dar y para otros recibir. Algunos de nosotros practicamos ser mejores dando para ocultar el malestar que sentimos al recibir. Y otros de nosotros recibimos de tal manera que, para ser honesto, se siente más como exigir o tomar. Lo que pasa es que, si como yo y como todos los demás, probablemente hay un área en tu dar y recibir donde cada uno de nosotros puede mejorar y estar de buen ánimo es una pista para mejorar. 

Para recibir con buen ánimo, considera probar esta práctica sencilla. Cuando alguien te ofrezca algo, o la vida te traiga algo, acéptalo, sonríe y di gracias. Aunque sea algo que no quieras o que no puedas usar, acéptalo, sonríe y di gracias. Podrías convertirte en un centro de redistribución divina y pasarle el regalo a alguien que lo quiera o lo necesite. 

Obviamente, este es un ejercicio para adultos y uno que se debe practicar con buen juicio y precaución. En el corazón de esta actividad, está la hermosa idea de que tú y yo estamos en un fluir infinito, un flujo circular de dar y recibir y si hay algo que estamos haciendo para bloquear ese fluir, especialmente en el lado receptivo, estar de buen ánimo al aceptar, sonreír y dar las gracias puede volver a impulsar ese flujo circular. 

Claro, hay algo más que una sonrisa y las gracias.  Examinemos nuestra consciencia, nuestras creencias, acerca de recibir al hacernos estas preguntas:

 ¿Dónde nos posicionamos en el ir y venir del universo? ¿Más en dar o en recibir? 
¿Estamos en una posición de interconexión en nuestra consciencia, o estamos separados? 
¿Estamos parados de tal manera que  eclipsamos la luz del sol para que no pueda alcanzar a otros seres vivientes? 
¿Estamos demasiado enfocados en nosotros mismos? 
¿Le hemos dado la espalda a ese mismo calor? ¿O nos hemos posicionado para que la luz del sol nos bañe y aún así pueda alcanzar a otros seres vivientes?
 ¿Nos hemos puesto en una posición para recibir el bien de buen ánimo y asegurarnos de que otros también reciban el bien, al compartir? 

Para algunos de nosotros, las respuestas a estas preguntas podrían ser “bueno, a veces”. A veces estoy abierto a la bondad, abierto para recibir. Otros de nosotros podríamos estar en un estado mental de receptividad alegre todos los días - ¡que maravilloso! Y aún otros reconocerán que aquí es precisamente donde necesita haber una apertura.

 ¿Cómo llegamos a ese lugar de ser un receptor alegre? Hay muchos caminos:

 • Programar una sesión con un practicante licenciado. 
•  Ir con un terapeuta o participar en un grupo de apoyo. 
•  Llevar un diario o practicar la meditación.
 • Juntarte con un compañero de oración o tomar una clase de Ciencia de la Mente. 
• Asistir a un grupo de estudio o Centro para la Vida Espiritual. 

Una cosa es cierta, lo que aceptamos intencionalmente en nuestras vidas puede tener un impacto tremendo sobre nosotros. Así es que hoy, te invito a identificarte como un receptor alegre.

Mis bendiciones,
Rev. Edward Viljoen, Líder espiritual
Centros para la Vida Espiritual

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Acknolwedgement

Entradas Populares