El tema sugerido para el mes de noviembre es: vivir como canales compasivos. Un canal es un conducto que transporta algo, como agua o electricidad. El canal no es la fuente del agua o de la electricidad; es el conducto a través del cual fluyen los mismos.
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Consideremos a la electricidad como una ilustración de la Divinidad.
Esto me resultó muy útil en mis estudios de la Ciencia de la Mente. La electricidad es por naturaleza neutral. No tiene prejuicios regionales, religiosos, raciales o de género. No respeta a una persona más que a otra, ni a ningún ser más que otro. Solo es. Considero la electricidad como algo que está en todas partes, y que siempre estuvo en todas partes, aunque no siempre visible, no siempre útil, hasta que se descubrió, se canalizó y se dirigió para un propósito específico. Y claro, usar la electricidad requiere respeto y comprensión de las leyes que la gobiernan.
Imagina ese Campo Creativo, que llamamos Mente, que de igual manera está presente en todas partes y está disponible para ser canalizado a través de un conducto para un propósito especifico. E imagina que tu eres uno de estos conductos.
Ahora, toma en cuenta, así como con la electricidad, tu y yo no tenemos la libertad de usar el poder de manera que sea inconsistente con su naturaleza. Eso podría ser peligroso. Y tampoco perdamos de vista que hasta que tomemos una decisión consciente de canalizarlo, es como si nada pasara. Tenemos un papel que desempeñar.
Para crear un cambio en el mundo, primero debemos establecer una intención y pasar tiempo todos los días inmersos en el sentimiento de lo que deseamos, ya sea a través de la oración, la meditación o la sintonización. Al estar en este espacio de fe y saber, las emociones de incredulidad se desvanecerán, y el desear se reemplazará con la certeza de que existe el resultado deseado. Es este el estado consciente que pone en marcha la Ley de Manifestación. Y Esto es hermoso.
Puedes canalizar el Poder Divino, que es el patrimonio de todos, al dedicar tiempo para hacer unas cuantas cosas sencillas:
1) Céntrate en un lugar tranquilo, lo que sea que eso signifique para ti, y trata de imaginar que este lugar tranquilo es el centro de infinitas posibilidades;
2) Después de un momento, establece tus intenciones para aquello que desees manifestar en el mundo de las formas; para ti, para tus seres queridos, para la sociedad.
3) Luego, deja ir los detalles de cómo/cuándo/de dónde debe provenir; déjalo a la Divinidad, al campo creativo llamado Mente, y entonces…
4) Sigue tu intención y prepárate a vivir tu vida como si ya existiera.
Mis bendiciones,
Rev. Edward Viljoen, Líder espiritual
Centros para la Vida Espiritual
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