Somos centros de pensamiento, voluntad, conocimiento y consciencia de la vida. Estamos inmersos en un algo creativo, que comoquiera que se llame, fluye a través de nosotros. La suma total de todo nuestro pensamiento, propósito y creencia crea una tendencia en la Ley Universal que hace que Esta reaccione en correspondencia con la suma total de nuestra creencia.
Seamos conscientes o no de este proceso creativo, el efecto es el mismo. Si ciertas maneras específicas de creer han producido limitaciones, otras creencias las cambiarán. Nuestra tarea es aprender a creer de manera diferente. Nuestro enfoque debe ser directo y específico.
Supongamos que estamos operando bajo una idea de limitación y todo lo que pensamos es una imagen de carencia. Podríamos decir, “no puedo tener ni disfrutar de cosas buenas”. Y estaríamos manifestando esa experiencia de que no podemos tener o alcanzar ese bien. Puede tomar tiempo, corregir la forma de pensar. Podemos comenzar diciéndonos a nosotros mismos: “Percibo que, debido a que yo soy el que soy —debido a la Inteligencia infinita que se encuentra en, y a través de, todo—yo sé que el bien es mío ahora mismo”.
Dilo sin coerción mental, sin hacer que las cosas sucedan por tu propia voluntad. No hacemos que las cosas sucedan por nuestra voluntad, sino al reconocer la Verdad. Podemos tener en nuestra experiencia tanto como podemos encontrar en nuestra consciencia que no sea rechazado por nuestras propias negaciones.
Bendiciones,
Rev. Edward Viljoen
Centro para la Vida Espiritual, Santa Rosa
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