La naturaleza del Ser Divino, el Creador de toda la Vida, es de entregarse completamente a todos los seres, en todas partes. Hay un ritmo primordial en la Vida. Así como el cambio de estaciones y la rotación de la tierra, la vida se desenvuelve en perfecta sincronía. Es el ritmo ideal del Amor. Es la atmósfera de paz, la cual impregna todas las actividades y guía todas las decisiones.
Yo soy uno con este ritmo, con este amor, con esta paz. Su naturaleza es mi naturaleza.
Acepto y afirmo que vivo mi vida siguiendo el ritmo natural de la Vida. Ni me retraso, ni me apresuro, más bien me sintonizo con el ritmo perfecto de la Vida. Estoy entusiasmado pero no apresurado. Soy paciente y tranquilo a medida que la vida me revela la solución ideal a cualquier problema. Estoy agradecido por la resolución perfecta de cualquier discordia. Estoy profundizando en mi fe y creciendo en mi confianza hacia la Vida para expresar más y más bien en mi vida y para todos los seres en todas partes.
En especial, afirmo este reconocimiento para los líderes en todas partes del mundo, aceptando que prevalecen el amor, la paz y la paciencia.
Doy las gracias por este reconocimiento de la verdad en mí acerca de la Vida: su ritmo y sincronía perfectos.
Con fe y confianza, lo dejo ser.
Y así es.
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