Los límites que nos sostienen: amar sin perdernos a nosotros mismos


En La Ciencia de la Mente, Ernest Holmes escribió: “La unidad no significa uniformidad.” No estamos llamados a perdernos en la unidad, sino a expresar nuestra unicidad dentro de ella. Y los límites nos ayudan a hacer eso. Nos dan espacio para ser auténticos. Nos guían hacia relaciones mutuas, respetuosas y que nos nutren. 

Prentis Hemphill ofrece una definición hermosa: “Los límites son la distancia a la que puedo amarte a ti y a mí simultáneamente.” No se trata de separación. Se trata de conexión que no implique perdernos a nosotros mismos. 

Aprender a honrar nuestros propios límites y respetar los de los demás es una práctica de toda la vida. Puede ser desafiante, especialmente cuando hemos heredado normas sociales que premian el sacrificio o el silencio. Pero cuando establecemos límites con cuidado y claridad, empezamos a desaprender esos patrones. Empezamos a estar realmente presentes, con más honestidad y más amor. 

Esto no se trata de ser rígidos. Los límites son fluidos. Cambian con el tiempo, con la confianza, con lo que vamos sanando. Sin ellos, perdemos el camino de vuelta a nuestro propio ser. Con ellos, creamos espacios donde ocurre la sanación y florecen las relaciones profundas. 

🌿 Esta semana, pregúntate:

¿Cuáles son los bordes que me ayudan a mantenerme íntegro/a? 

¿En qué situaciones necesito decir sí con más valentía, o no con más amabilidad? 

Y recuerda: Yo creo y mantengo límites que me regeneran. Límites que no me encierran, sino que me sostienen para amar de verdad.

Bendiciones,
Rev. Edward Viljoen
Centro para la Vida Espiritual, Santa Rosa 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Acknolwedgement

Entradas Populares