Tú eres una estación transmisora espiritual

Para ver este video en YouTube, haz clic aquí.

¿Alguna vez te detuviste a pensar que eres una estación transmisora mental y espiritual, y que salen mensajes de ti en varias direcciones quizás incluso mientras duermes; mensajes que tienen una influencia en tu entorno y en la gente que te rodea?

Y como todo se mueve en círculos, los mensajes que transmites regresan a ti. Se nos ha dicho que la atmosfera mental de un hogar puede influir en el perro, el gato o en el canario hasta el punto de que se vuelven neuróticos cuando están rodeados de infelicidad o crítica.

Hay un lugar donde nuestros cuerpos físicos empiezan y terminan, pero la mente no tiene esas limitaciones, y nuestros pensamientos penetran a nuestro alrededor. Todos somos estaciones transmisoras, aunque lo sepamos o no. Nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, nuestra fe y nuestros temores, tienden a dejar una impresión en nuestro ambiente. También somos estaciones receptoras, pero no necesariamente tenemos que sintonizarnos con cada programa que está transmitiendo.

—Dr. Ernest Holmes, Viviendo la Ciencia de la Mente



No nos engañemos a nosotros mismos

Si deseas ver este video en YouTube, haz clic aquí. 

Queridos amigos,

Al trabajar con la consciencia para ver la plenitud de la creación, debemos tener cuidado de no caer en la negación mientras afirmamos nuestra perfección. Nuestro fundador, Ernest Holmes, escribió: “En la enseñanza de la Ciencia de la Mente no decimos que todo está bien cuando todo está mal. No decimos que hay paz cuando no la hay, sino que tratamos de descubrir lo que está mal y por qué no tenemos paz. No decimos que no hay gente pobre, enferma o infeliz. Nos preguntamos por qué estas cosas pasan si la Causa Original del Universo es Armoniosa, Perfecta, Radiante y Feliz. (Viviendo la Ciencia de la Mente, página 260).

Pienso que también debemos tener cuidado de no culparnos a nosotros mismos o a otros por las dificultades que encontremos en la vida, sino que debemos unirnos para amarnos unos a otros y hacer lo que tengamos que hacer para elevar nuestros pensamientos tanto como podamos. Hay una diferencia entre aceptar un hecho y rendirnos. El camino de la metafísica se trata de reconocer lo que está pasando en el mundo, en nuestros asuntos y en nuestros cuerpos, a la vez que afirmamos que, simultáneamente, se está revelando una perfección espiritual. Nos entrenamos para esperar el bien, sin importar lo que esté ocurriendo actualmente, y para aceptar lo que está ocurriendo sin aceptar que las cosas seguirán estando así para siempre.

Con cariño,
Edward Viljoen

La Conciencia que sana

Para ver este video en YouTube, haz clic aquí. Nuestra oradora invitada para el día de hoy es la Reverenda Joyce Duffala, nuestra ministra adjunta.

En muchas tradiciones espirituales se cuentan historias como la de Daniel en la guarida del león, personas que encarnan la paz, la armonía y el bienestar de tal forma que son capaces de sanar el mundo que los rodea solamente con su presencia. Pueden tranquilizar a los peligros más temidos y así engendrar una solución nueva. Las tradiciones espirituales están llenas de este tipo de cuentos, desde las leyendas jasídicas hasta las peculiares parábolas zen: cuentos de personas que sanaron de manera milagrosa a otros o a situaciones a su alrededor con su presencia.

Tal vez has tenido la experiencia de sentirte calmado cuando estabas molesto, simplemente al estar en la presencia de alguien: un maestro, una doctora, un enfermero o uno de tus padres. ¿Alguna vez has estado en la presencia de una persona que hacía que las situaciones difíciles parecieran no solo posibles, sino también tangiblemente reales y muy probables? ¿Alguien que inspira tu confianza y te motiva? ¿Qué es eso que da esa aura de inspiración y confianza? ¿Cómo es posible que una persona que, de otra manera, no sería notada y no tendría nada de especial traiga la paz a un altercado furioso y calma a un alma aterrorizada?

En este mes, nos estamos enfocando en desarrollar la consciencia de la plenitud en nosotros mismos.

Mis mejores deseos,

Edward Viljoen

Acknolwedgement

Entradas Populares