La lectura de esta semana del libro Viviendo la Ciencia de la Mente (página 137), me acuerda acerca de una conversación entre el Señor Krishna y el Príncipe Arjuna en el Bhagavad-Gita. La Presencia de Dios (en la forma de Krishna) nos revela a todos (en la forma del Príncipe Arjuna) que Él está presente en todas partes, y que Él ha creado toda esta realidad con solo una partícula infinitesimal de su Ser divino.
En la lectura, el doctor Ernest Holmes nos ofrece las siguientes palabras para meditar. “Yo soy el escritor, el inspirador, y también de lo que se escribe. Yo Soy el Creador de la historia y Quien la experimenta. Yo Soy su registro y su interpretación. Todo lo que ha acontecido no ha hecho más que representar Mi Presencia Divina en el centro de todo. El Yo Soy dentro de ti es la única Presencia que existe. Yo creo innumerables centros de Mi Consciencia personificados como seres humanos, y, sin embargo, Yo Soy el hilo de Unidad que corre a través de todos, uniéndolos de nuevo a todos en Mí Mismo. Como Yo Soy la Unidad Perfecta, todo lo que Soy existe en todas partes. Donde quiera que me reconozcas, ahí Estoy. Y ya sea que me reconozcas o no, de cualquier modo, aún Estoy allí”.
Se nos invita a considerarnos como seres que viven, respiran, piensan y aman desde el centro de la Divinidad, y a aceptar que nuestras vidas son una con la vida de Dios.
Saludos afectuosos,
En la lectura, el doctor Ernest Holmes nos ofrece las siguientes palabras para meditar. “Yo soy el escritor, el inspirador, y también de lo que se escribe. Yo Soy el Creador de la historia y Quien la experimenta. Yo Soy su registro y su interpretación. Todo lo que ha acontecido no ha hecho más que representar Mi Presencia Divina en el centro de todo. El Yo Soy dentro de ti es la única Presencia que existe. Yo creo innumerables centros de Mi Consciencia personificados como seres humanos, y, sin embargo, Yo Soy el hilo de Unidad que corre a través de todos, uniéndolos de nuevo a todos en Mí Mismo. Como Yo Soy la Unidad Perfecta, todo lo que Soy existe en todas partes. Donde quiera que me reconozcas, ahí Estoy. Y ya sea que me reconozcas o no, de cualquier modo, aún Estoy allí”.
Se nos invita a considerarnos como seres que viven, respiran, piensan y aman desde el centro de la Divinidad, y a aceptar que nuestras vidas son una con la vida de Dios.
Saludos afectuosos,
Edward Viljoen
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